El street marketing: un modelo a pie de calle que sigue haciendo ruido

¿Sabías que el street marketing sigue siendo una de las estrategias preferidas por las marcas? Si bien hoy en día nos encontramos en un entorno dominado por la digitalización, existen formas de marketing ajenas a este ecosistema y una de ellas es el marketing callejero. Aunque opuesta al panorama tecnológico, esta práctica perdura y se mantiene como una estrategia muy efectiva para que las marcas creen impacto.

Pero, ¿de dónde viene el street marketing? Esta práctica surge de la necesidad de impactar a los consumidores, incrementando así las ventas ya sea a través de flyers, anunciándolo por la calle o incluso mediante performances que captasen el interés de los clientes.

El marketing callejero se remonta a los años 50, de la mano del anuncio del primer protector solar en Francia. Para promocionar este producto, la marca salió a las calles y playas dejando el producto al alcance de los clientes, permitiendo que estos pudiesen interactuar con él y probarlo.

El término se usa por primera vez en los 80, cuándo Jay Conrad Levinson lo nombra en su libro “Guerrilla de marketing”. Gracias a ello, se obtiene una idea clara del concepto de marketing callejero, un modelo que involucra un conjunto de estrategias basadas en “tomar las calles” con el fin de generar un impacto sobre los consumidores. Este modelo se caracteriza por su interactividad e irrupción en el ambiente, creando una experiencia para los consumidores.

El marketing callejero se manifiesta de distintas formas, por lo a continuación te contaremos los distintos tipos de street marketing que existen. Uno de los modelos más básicos y tradicionales del street marketing es la repartición de folletos y publicidad impresa, así como los stands, donde se escoge un punto estratégico donde las personas puedan interactuar con la marca.

La experiencia y su evolución en el tiempo ha transformado las prácticas de este tipo de marketing, transformando la forma de ver la calle según la estrategia.

PERFORMANCE

Agrupa todas las estrategias que implican una puesta en escena, en las que se crea una historia específica que puede en ocasiones incluir al público. Esta estrategia puede generar un impacto momentáneo, así como posterior, gracias a la difusión en redes sociales. De esta forma, se logra crear un puente entre la experiencia física y la digital, lo que multiplica el alcance de la campaña.

¿Lo vemos en un ejemplo? En 2013 se utilizó este tipo de street marketing con motivo del estreno de la película El Gran Gatsby”. Warner Bros empleo una puesta en escena ambientada en los años 20 en el metro de Callao, en la que los acores interactuaban con los usuarios del mismo.

INESPERADAS

En honor a su nombre, estas campañas juegan con el factor sorpresa para alcanzar a la audiencia. Aunque de primeras puede parecer que no es una estrategia, puede llegar a tener un gran impacto en el público.

Un ejemplo de ello fue el ocurrido el pasado mes de marzo de la mano de KFC.  Aprovechando la situación de calima proveniente del Sahara, la cadena de comida rápida regalaba piezas de pollo a quienes pasarán por sus restaurantes con las letras de la empresa dibujadas entre el polvo asentado en sus coches.

ORIGINALES

La meta de este tipo de estrategias es modificar un elemento a diario por el producto que se quiere promocionar. Para ello juegan con el cambio de mobiliario y los espacios urbanos ya sean pasos de cebra, paradas de autobús, paredes, etc.

Es inevitable que al hablar de esta modalidad se nos venga a la cabeza las campañas de Netflix. El gigante de streaming sabe perfectamente cómo hacerse con todas las miradas y lo ha demostrado en diferentes ocasiones.

COLABORATIVAS

 Este tipo de campañas se centran en integrar al público, estableciendo una conexión con ellos. Para esta conexión recurren a concursos, juegos y otras dinámicas en las que se puede incorporar a la gente de paso.

Veámoslo con un ejemplo. En 2012, la marca Nivea reunió a más de 14.000 personas en Valladolid para celebrar su centenario de trayectoria. Para celebrarlo, buscaron romper un récord Guinness al mantener esos 14.993 balones en el aire durante 10 segundos.

Como has podido comprobar en este post, lo clásico nunca pasa de moda. Las grandes marcas siguen recurriendo a esta estrategia tan tradicional para causar un impacto en el público. Es así como consiguen hacerse con todas las miradas.¿ Y tú? ¿Sabrías decirnos una campaña de street marketing que recuerdes?

 

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