Newsletter: El arma de doble filo

Abrir el correo y encontrarnos con alrededor de 10, 15 o 20 newsletter diarias es nuestro día a día. ¿Y cuántas de ellas leemos? ¿A cuántas le dedicamos, aunque sea 2 minutos para descubrir qué nos están contando? Me atrevería a decir que ni a la mitad de ellas. La realidad es que son cada vez más las marcas que han incorporado la newsletter en su estrategia de marketing, pero que realmente no saben que no están invirtiendo su tiempo y esfuerzo de la forma adecuada.

El objetivo de la newsletter NO es vender

Quizá, y especialmente si no has realizado ninguna antes, pienses que el principal objetivo de una newsletter es vender; presentar un producto al usuario y conseguir que acceda a la web y lo compre. ¡Pues estás más que equivocado! Con esa mentalidad no vamos a ninguna parte… El principal objetivo es incrementar el awareness de nuestra marca, educar a nuestros clientes acerca de la filosofía y visión de marca, aumentar su confianza en nosotros y lograr que nos tengan en cuenta a la hora de adquirir alguno de los productos o servicios que nosotros ofrecemos.

Y, por supuesto, para ello no podemos lanzarnos a la aventura sin contar con una estrategia bien definida que determine el qué, a quién y cuándo. Dependiendo del tipo de contenido que contenga y de los objetivos planteados, podremos aumentar la visibilidad de marca y conseguir sentimiento de pertenencia por parte de los clientes, e incluso incrementar los leads en un futuro. Pero, esto último sin ser prioridad para nosotros.

¡Lo que no se nos puede olvidar al crear la newsletter!

Como toda estrategia bien definida, para crear una newsletter debemos seguir una serie de pasos. No podemos dirigirnos al cliente de forma tan directa sin definir los objetivos, el mensaje y la forma de transmitirlo. Antes de nada, son tres ideas básicas y fundamentales las que hay que tener en cuenta.

  1. Lo primero de todo es lograr que el usuario abra el email, teniendo en cuenta que lo que va a ver a simple vista es tan solo el asunto y destinatario.
  2. Una vez lo haya abierto, el siguiente paso es conseguir que haga clic sobre el CTA insertado.
  3. Ambos puntos anteriores dependen de una buena o mala segmentación de la lista de suscriptores, y de la frecuencia con la que se haga el envío del mensaje.

Teniendo estas ideas claras, podemos pasar a definir la estrategia de email marketing. Por supuesto, dependiendo de la marca, su filosofía, productos y objetivos, la estrategia será variable en diferentes puntos del proceso. Pero, a continuación, te presentamos los principales pasos a seguir en la estrategia.

  • El asunto

Como decíamos, lo primero es conseguir que el usuario abra el mensaje. Aquí la idea es crear un asunto interesante que llame la atención del cliente y le genere curiosidad por descubrir el contenido. Recomendamos, en breves líneas, apostar por un mensaje claro, directo, sin rodeos, que contenga palabras clave como “NUEVO” o “DESCUBRE”.

Por otro lado, emplear el nombre de la marca como remitente es una opción coherente, pues el usuario reconocerá a simple vista el origen de dicho mensaje. La parte negativa de esto es que así no se aprovecha una de las ventajas más significativas que nos ofrece el email marketing: entregar mensajes personales.

Ante ello, otra opción sería utilizar el nombre del remitente junto con el nombre de la marca. Esta es la actual tendencia, la que cada vez más empresas siguen, por la cercanía que transmite y el valor de marca que aporta. ¡Podríamos decir que es el combo perfecto!

  • El contenido

Entender por qué está recibiendo ese mail. Eso es lo que el cliente tiene que sentir con el contenido que lea.

Una buena idea para captar visitas y aumentar shares es compartir los últimos contenidos publicados, junto con un CTA llamativo. Sin embargo, si el objetivo está más enfocado a la fidelización, entonces lo mejor es incluir contenidos que trasmitan exclusividad y relevancia, que hagan sentir al usuario que es un afortunado por recibir ese mensaje. Por ejemplo, actualizaciones de productos VIP o un cupón de descuento especial.

Y, por último, nunca olvides que MENOS ES MÁS. Mensajes demasiado recargados, con muchos links, CTAs, colores y texto, pueden terminar generando agobio.

  • El diseño

¡Huye de los textos completamente planos! Un texto sin imágenes, hipervínculos, bullets points o frases en negrita seguramente no genere tantos resultados como uno que sí contiene estos elementos. Si bien es cierto que, en ocasiones, los diseños planos o semi-planos pueden ser efectivos. Pero, si la empresa cuenta con una imagen de marca fuerte, potente y diferenciada, entonces mostrar imágenes es una buena idea.

  • La frecuencia de envío

Si no tienes nada que contar, ahórrate la newsletter. No busques donde no hay. En definitiva, la frecuencia con la que enviamos la newsletter depende de la capacidad de nuestra empresa para generar contenido nuevo.

Aquellas marcas que generan contenido de forma diaria y quieren presentarlo en el momento, suelen enviar una todos los días laborales de la semana. Por su parte, el correo semanal o mensual es la mejor opción para resumir los contenidos publicados durante esa semana o mes, sin fatigar a los contactos en exceso.

  • La segmentación de la lista de clientes

Una lista de suscriptores correctamente segmentada es clave para enviar el contenido adecuado a la persona correcta.

Es importante localizar primero y eliminar de la lista todos aquellos usuarios que no interactúan con nuestras newsletter. Muchos de ellos se suscriben, pero luego realmente no están interesados en recibir nada de la marca y finalmente nunca los abren para descubrir el mensaje, lo que termina afectando negativamente en las métricas. Por ello, ¡localiza a este tipo de usuarios y elimínalos de la lista! Mejor calidad que cantidad, siempre.

No olvides que la estrategia de email marketing no queda nunca atrás en la carrera de tendencias y herramientas efectivas en marketing y comunicación. A pesar de ser las RRSS hoy en día el principal canal de comunicación y difusión empresarial, las newsletter se han convertido también en uno de los elementos clave. Además, teniendo en cuenta que esta estrategia no requiere de una gran inversión para ponerla en funcionamiento, merece la pena invertir otro tipo de recursos en ello.

Y ahora que ya conoces lo esencial para comenzar con tu estrategia de email marketing, ¿estás preparado para ello? Tampoco olvides realizar antes varios envíos de prueba y ser mobile friendly, un requisito que ahora todos los usuarios demandamos y tenemos muy en cuenta.

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